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Tecnología, ¿estrategia o estratega?

Cada vez es más evidente lo difícil que resulta saber que tecnología utilizar para acometer nuestros proyectos, cada cual en su unidad parece la mejor pero en conjunto parecen excluyentes las unas de las otras.

Si no se conocen bien las tendencias y el valor futuro de las tecnologías emergentes en una determinada época, pueden resultar éstas en vez de estratégicas, estrategas hacia nosotros.

Según Sun Tzu y su manera particular de entender la estratagema ésta no es otra cosa que...

“Toda actividad bélica se halla basada en el engaño o estratagema. Por eso cuando nos hallemos en disposición de atacar, hemos de simular que somos incapaces; cuando empleemos nuestras fuerzas, debemos parecer inactivos; cuando nos encontremos cerca, hemos de lograr que el enemigo crea que estamos lejos; cuando estemos lejos debemos hacer que nos supongan próximos. Brinde un cebo para atraer al enemigo cuando éste codicie pequeñas ventajas; atáquele cuando se halle en desorden. Si se encuentra bien preparado con una fuerza sustancial, redoble las precauciones. Si es fuerte en la acción réhuyale. Si está airado, trate de desanimarle. Si se presenta humilde, hágale arrogante. Si sus fuerzas han descansado bien, desgástelas. Si están unidas divídalas. Lance el ataque cuando él no esté preparado; adopte una acción cuando sea inesperada” .

Desde este punto de vista puede que la tecnología que hoy nos puedan parecer nuestra aliada y pensemos que está cerca de nosotros, en su verdad de fondo exista otra realidad, esta verdad de fondo puede ser creada por el entorno, la oferta, la demanda, las tendencias, etc.

Por todo ello los tecnólogos deben también saber desenmascarar el fluir de una tecnología frente a los mercados, tendencias, etc. De lo contrario podemos creer que la tecnología escogida la tenemos cerca y a lo mejor está lejos, si no estamos organizados referente a la tecnología puede que nuestros contrarios (competencia) ataquen el mercado y nos ganen puestos, la tecnología puede parecer inactiva en cambio el mercado está dispuesto a activarla (demanda).

Para poder conseguir la objetividad necesaria ante estas decisiones, cada vez más se necesitan redes tecnológicas para poder vislumbrar una trazabilidad futura de las tecnologías emergentes, basándonos en los conocimientos y visiones personales de gente descubridora e investigadora de tecnologías y tendencias.

Existe una gran responsabilidad para las personas que en las empresas toman la decisión de utilizar ésta, y no otra tecnología.

De ellos no sólo depende que la implantación de la misma sea correcta, también es necesario que los gastos colaterales como formación, cambio de mentalidad y, futuro cambio de tecnología sea amortizable en el tiempo.

Haciendo un símil con los sistemas de video podríamos decir que, hace unos años haber decidido comprar un video en formato de cinta “beta” en lugar de “vhs” hubiese sido una mala decisión. Por la inversión propia del producto por el tiempo empleado en aprender su funcionamiento y por el trabajo residual que crearíamos (grabaciones de nuestro interés en formato “beta”, que deberíamos transformar cuando cambiásemos de tecnología).

Evidente es, que en aquellos momento el sistema “beta” nos pareciese el más indicado, entre otros motivo por el tamaño más pequeño de la cinta.

Este es un buen caso en el que la tecnología fue una buena estratega y nos hizo pensar una cosa cuando en realidad fue otra

Xavier Molina

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